Bioparc no es un zoológico al uso. Como decíamos, es un “zoo-inmersión”, lo cual quiere decir que está adecuado de tal forma que es el visitante quien se sumerge en los hábitats salvajes de las diferentes especies. Esto refleja un claro compromiso de conservación de los animales y de su labor para concienciar a los visitantes de la necesidad de preservar los diferentes hábitats. Bioparc no es simplemente un zoo para ver animales, sino para conocer todo el paisaje que les rodea. Un espacio de nada menos que 100.000 metros cuadrados.


Precisamente este año Bioparc cumple su tercer aniversario, así que están de celebraciones y de regalos. Por la compra de una entrada anual “Berde!” de adulto (cuesta 50 euros), regalan gratuitamente una igual infantil (de 4 a 12 años) hasta el 28 de febrero. El precio de las entradas infantiles es de 38 euros. A todos los precios se les suma un euro que va destinado a la fundación Bioparc, que se encarga de proteger a especies en peligro de extinción.
¿Qué podemos encontrar en Bioparc? Nos podemos adentrar en diferentes tipos de hábitats: la sabana africana, los bosques de Madagascar o en África ecuatorial. Se trata de zonas que reproducen el entorno bioclimático con vegetación original de cada área, así como reproducciones o réplicas como grandes rocas, cuevas o baobabs enormes. En ellos nos sorprenderemos con gorilas, búfalos, leopardos, elefantes, hienas y hasta conoceremos la vida subterránea de las termitas.
El parque no acaba aquí. Están previstas ampliaciones futuras que incluirán zonas dedicadas al Sudeste Asiático y al Neotrópico. Una buena opción para pasar el día.