

Leyendas de Valencia
Entre las leyendas mas conocidas están:
Leyenda del dragón de la iglesia del Patriarca
Un buen ejemplo es la llamada leyenda del dragón de la iglesia del Patriarca, según la cual antiguamente existía en el río Turia un caimán que aterrorizaba a las personas que se atrevían a acercarse, aunque en algunas versiones se habla de un dragón. Sólo un joven se atrevió a enfrentarse a él, vestido con una armadura cubierta de espejos con la que logró deslumbrar e inmovilizar a la bestia, siéndole posible matarlo en un sólo intento. Desde entonces el animal descansa disecado sobre la pared del vestíbulo de la Iglesia del Colegio del Patriarca. Esta leyenda quedó plasmada en el famoso cuento del escritor Vicente Blasco Ibáñez, llamado El dragón del Patriarca y publicado en el diario "Pueblo" en 1901. Este hecho añade mayor interés a la fábula, ya que el autor cargó el texto de importantes símbolos relacionados con la masonería, institución a la que pertenecía. Sin embargo, lo cierto es que el caimán fue un regalo del virrey del Perú Don Juan Mendoza y Luna al Patriarca San Juan de la Ribera, con motivo de la fundación de este Colegio-Seminario.
Leyenda del Rat Penat
Otra antigua leyenda valenciana con un animal como protagonista es la del Rat Penat ("murciélago" en valenciano), que se remonta a la historia de la reconquista de la ciudad. Por aquel entonces la ciudad permanecía bajo poder musulmán, así como los murciélagos de la zona, que fueron entrenados para eliminar los mosquitos. Un profeta auguró al ejército cristiano, liderado por Jaume I, que mientras estos animales siguieran sobrevolando la ciudad, no habría manera de reconquistarla.


Una noche un murciélago se posó en lo alto de la tienda real, donde acampaban las tropas del rey a la espera de la reconquista. Jaume I ordenó a sus tropas que lo trataran con amabilidad, pues era señal de buen augurio. Durante una madrugada, mientras todos dormían, los musulmanes planearon un ataque por sorpresa. Sin embargo los cristianos vencieron la batalla gracias al murciélago, que se golpeó una y otra vez contra un tambor para despertarlos. De ahí que el animal figure en el escudo de la cuidad y sea la mascota de su club de fútbol.
Leyenda del Brazo Incorrupto de San Vicente
De carácter religioso es la leyenda del Brazo Incorrupto de San Vicente, patrón de la ciudad. Fue sometido a fuertes torturas por orden del emperador Dioclesiano, quien con ello esperaba que renunciara a su fe. Ante la negativa del futuro santo, fue arrojado a un calabozo, donde se dice que un coro de ángeles consoló su dolor aportando luz y cubriendo el suelo de flores. San Vicente sería sometido a nuevos tormentos, negándose ante todo a dar la espalda a su religión. Murió a causa de las heridas en el año 304, siendo su cuerpo mutilado y lanzado al mar, pero las olas devolvían su cuerpo una y otra vez a la tierra. Su brazo sería conservado y venerado desde 1970 hasta la actualidad; tras pasar siglos en Italia, en 1948 sería llevado de nuevo a Valencia, en cuya Catedral descansa hoy en día.