

De todos es sabido que las naranjas pertenecen a la clase de los cítricos y son producidas por los naranjos. La naranja valenciana o de Valencia es una de sus múltiples variedades. Al ser muy dulce se usa sobre todo para la extracción del típico zumo de naranja.
Desde el siglo XVIII se lleva produciendo naranjas en Valencia. Todo empezó en Carcaixent, en 1787, cuando el Padre Monzó hizo la primera plantación de naranjos. El éxito de aquella plantación y sus naranjos fue tal que pronto comenzaron a surgir más naranjos en las inmediaciones, sobre todo por la zona del litoral valenciano.
Son muchas las variedades que tenemos de naranjas valencianas. Las más importantes son las que se recogen entre octubre y mayo, y precisamente varían de nombre según la época en la que se recogen. Tres son los grandes grupos de naranjas valencianas, las navel, las blancas, y las sanguinas. Dicen los expertos que el sabor de las sanguinas es el más espectacular.
Las naranjas valencianas navel son las que se usan para comer en mesa, ya que llevan menos zumo. Las blancas sin embargo sí llevan bastante más zumo, mientras que las sanguinas se utilizan para hacer postres y ensaladas, por su especial sabor.
Desde siempre las naranjas valencianas han sido exportadas al mundo entero, aunque ahora el comercio está centrado sobre todo en el territorio nacional. Sin embargo, en Francia y Alemania la mayoría de naranjas que hay son de origen valenciano. Curiosamente hay muchos países que producen por sí mismos naranjas, pero no dudan en importar naranjas valencianas, lo que indica la calidad de las mismas.
En los últimos años el comercio de las naranjas valencianas por internet ha tenido un crecimiento increíble. Podéis hacer vuestro pedido de naranjas, y en menos de 24 horas las tenéis en casa. Son muchas las empresas que se dedican a este tipo de negocio.
Como véis, ni que decir tiene que la naranja valenciana es uno de los productos estrella de la ciudad y los alrededores.
Foto Vía Kenwood